Por Cristian E. Ibarra González
En este último tiempo, hemos presenciado como nuestra clase política se ha enfrentado en diversas oportunidades sobre los temas que se han tomado la agenda nacional. Espectáculos como Parlamentarios de la Oposición tratando en duros términos al Presidente Piñera y al Gobierno, han sido la tónica en estos meses marcados principalmente por el movimiento estudiantil.
La Oposición estuvo 20 años en el Gobierno y no fue capaz de dar una solución concreta a la salud, educación y transporte, temas por los cuales hoy se protesta. Hay que reconocer que cuando fueron Gobierno se avanzó en “cantidad” en el tema educacional (Construcción de Colegios de Enseñanza Básica y Media, Construcción de Salas Cunas) pero la cantidad no se vio reflejada en una mayor calidad de la Educación en Chile, y ni hablar del Lucro en el sistema educacional del país, donde crecieron los colegios particulares subvencionados y las Universidades Privadas, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica.
Sorprende en muchos casos diputados y senadores de la Concertación solicitando soluciones reales y rápidas para el tema educacional, cuando durante 20 años no hicieron nada por solucionar este conflicto, y cuando les tocó enfrentar el Conflicto Educacional del 2006 (Pingüinos) terminaron engañando a los estudiantes del país.
En estos momentos es cuando la gente se pregunta, dónde queda la consecuencia de los dirigentes de la oposición quieren que los problemas originados durante sus gobiernos no fueron solucionados y ahora el gobierno tiene que presentar soluciones, parece que no cuenta con el apoyo de ellos y dar una solución a los miles de estudiantes.
Y uno de los principales motivos por los cuales la gente no participa en política es que piensan que la política es cochina. Es cierto, muchos con sus actitudes dan a entender que sus acciones no son muy limpias, u ocupan los recursos de todos los chilenos para sus intereses particulares.
Debemos preocuparnos que nuestros parlamentarios hagan su pega legislativa y contribuyan al normal funcionamiento de nuestro país y no se desprestigien ellos mismos con sus actitudes como por ejemplo; mandar cartas con membrete de la Cámara de Diputados, o el famoso intervencionismo electoral que fue utilizado cuando la Concertación fue gobierno, el cual beneficiaba a los candidatos de la coalición gobernante en esos tiempos frente a los candidatos de la centroderecha o llamada oposición de este tiempo.
Consecuencia y ser limpio en política son dos cosas que van de la mano, muchas veces la corrupción y el mal uso por parte de algunos para su beneficio personal, muchos de los que ahora son parlamentarios y fueron parte de esos gobiernos, no tomaron acciones para detener la corrupción y el despilfarro de recursos de todos los chilenos.
Hay que generar las condiciones para que nuestros políticos actúen en consecuencia con sus dichos y actos con el paso del tiempo y puedan ser transparentes en el ejercicio de su labor legislativa.
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