Por Rocío Palma | Comunicaciones FCI.
El 10 de febrero del 2007, se puso en marcha el plan de transporte urbano de la capital que se venía planeando desde el 2002, el famoso Transantiago. Con el inicio de este sistema, muchos santiaguinos quedaron disconformes con sus recorridos, frecuencias y tarifas. En ese momento comenzaron las críticas que algunos usuarios mantienen hasta hoy.
Desde su inauguración a la fecha, se han inyectado recursos para mejorar un sistema que desde sus inicios ha tenido detractores y adherentes, y durante estos años millones de pesos se han invertido en el Transantiago.
A través de la aplicación accesointeligente.org de la Fundación Ciudadano Inteligente, se envió la pregunta ¿Cuánto ha gastado el Estado, desde el 2007 al 2011, para mejorar los problemas del Transantiago?, que fue respondida por el Ministerio de Transportes.
Hasta diciembre del año pasado, el sistema se había financiado tanto por aportes de los usuarios al pagar el transporte público y también por una serie de aportes del Estado. Dentro de ellos se encuentran los aportes fiscales directos al sistema que fueron de $1.433.168.644.589
Este aporte se separó en Aporte fiscal Ley N°20.206 No reembolsable 2007 que fue de $52 millones, Aporte fiscal Ley N°20.206 reembolsable 2007 de $98.800.000, fondos 1% Constitucional 2009 de $249.350.774.000, fondos 2% Constitucional 2008 de $191.322.693.673 y fondos subsidio Ley N°20.387 de $841.695.176.916.
Además de los aportes fiscales entregados previamente, también se deben incluir los saldos de crédito obtenidos para el Sistema de Transporte Público, entregados por el Fisco que fueron de $213.371.491.866.
Este monto se dividió en pago al BECH por un crédito suscrito el 3 de enero del 2008 que fue de $88.976.980.623 y un pago al BID por el préstamo N°1978/OC-CH de $124.394.511.243.
En relación a las subvenciones que se le realizaron durante este período a las empresas del Transantiago, es importante mencionar que aquellos subsidios o aportes al sistema, no son posibles de determinar, pues eso es responsabilidad de cada concesionario de uso de las vías o el Administrador Financiero del Transantiago (AFT).
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