Por Vanessa Maldonado Delgado.
Durante el año me fui dando cuenta que antes de dar iniciación al periodo oficial de campaña, muchos de los candidatos a alcalde y concejales del país dieron inicio a una pre campaña electoral, si bien es cierto que nuestro país posee una ley que regula esta materia, podemos ver claramente que posee muchos vacíos que se deben normalizar y que se encuentra en tierra de nadie. Esto trae consigo una desigualdad de las oportunidades de competencia que tienen los individuos que postulan a un cargo de elección ciudadana para comenzar una campaña antes del 28 de septiembre, en especial aquellos que no cuentan con los medios para enrolarse en dos campañas, si de verdad todos los individuos son iguales frente a la ley, porque entonces se da esta disyuntiva, no deberían nuestras autoridades regular en esta materia.
Comencemos por explicar que la pre campaña electoral es definida como el proceso que se inicia antes de las fechas establecidas de campaña, en diversos países esto se encuentra normado, como es el caso de México, Argentina, España y otros, en el país Azteca, por ejemplo se hace referencia a la campaña interna que llevan a cabo los partidos para definir a un único abanderado, la cual además impide la participación de los partidos que ya han determinado a sus aspirantes. Si bien es cierto que en Chile no hay una abierta competencia con espacios establecidos en los medios comunicacionales y tampoco se hace un llamado explícito a votar por un candidato, si se utiliza un tiempo bastante largo a mi parecer para dar a conocer de alguna manera las propuestas que estos tienen o bien en muchas ocasiones efectúan actividades “de índole social” como son las asesorías a organizaciones sociales para postular a proyectos, esto con un fin meramente político.
La problemática se presenta en el hecho en que la pre campaña en nuestro país no es solo de uso interno de los partidos para escoger una posible carta de postulación, sino más bien que se da entre las coaliciones y los candidatos que compiten al cargo, esto porque muchos de los candidatos considerados fuertes dentro de un partido se niegan a competir con un compañero, en estas elecciones se ha sabido de varios casos tales como el de Omar Sabat de Valdivia y Francisco Huenchumilla por Temuco que se negaron a competir con sus pares; bajo esta perspectiva de competencia nos queda preguntarnos ¿cómo podrán los candidatos pequeños competir en igualdad de condiciones con los grandes partidos y conglomerados de la política nacional?
Una regulación de la materia significaría una igualdad de oportunidades para cada uno de los candidatos que se hace partícipe de la carrera por un cargo ya sea este municipal o bien presidencial. Si se sigue manteniendo una falta de compromiso para establecer las reglas del juego en cuanto a la pre campaña, la ciudadanía volverá a ver como se inicia nuevamente una pre campaña sin ningún tipo de fiscalización, no importando de que tipo sea, esto se repetirá no solo en las próximas municipales sino que también en las presidenciales, con la diferencia de que esta pre campaña electoral es mucho mayor, ya que se utiliza no solo los medios comunicacionales para presentar programas y actividades de diversos posibles candidatos, sino que también, se usa al aparato estatal, con la aprobación de programas sociales, o bien realizando recorridos por las ciudades para darse a conocer y así ir adquiriendo adepto.
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