Por Daniela Tejada.
Chile Cumple. Ese es el nuevo eslogan del gobierno estampado en diversos afiches, llevado a la radio, a la televisión, y percibido en mayor o menor medida por los habitantes del país. El mecanismo es simple: el Presidente de la República emite un discurso cada 21 de mayo señalando compromisos y puntualizando logros, para el siguiente año hacer una revisión de los mismos, mostrar avances, y señalar qué es lo que se seguirá haciendo. Cabe señalar que éste es un gran avance para nuestro país en materia de rendición de cuentas, que desde nuestra perspectiva va en la línea correcta y que por lo demás esperamos que pueda seguir profundizándose. A través de mecanismos como ése, la ciudadanía puede enterarse de lo que ocurre en el gobierno, sabe en lo que se ha avanzado y qué temas siguen pendientes, permitiendo la existencia de una gestión más transparente, que mientras muestre mejoras, legitima la gestión de nuestras autoridades y aumenta la confianza de los ciudadanos en las instituciones políticas.
Y las Municipalidades ¿cumplen? Esa es una buena pregunta y que desafortunadamente no tiene respuesta. Hasta ahora no existen mecanismos de rendición de cuentas tipo 21 de mayo en donde existan compromisos concretos por parte de los alcaldes y de los cuales se puedan analizar los niveles de cumplimiento. Existe la llamada “Cuenta Pública”, en la cual debe presentar anualmente el Alcalde ante el Concejo Municipal y ante el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, entregando la información relativa a los estados financieros, el desarrollo social, infraestructura, salud, educación, cultura, recursos naturales, medio ambiente, entre otros, pero cuyo objetivo está mayormente centrado en ser una herramienta de planificación que de rendición de cuentas, por tanto nada dice respecto a si la “Muni Cumple” en los temas que puedan haber sido prioritarios durante la campaña y que hayan dado la victoria a determinados candidatos.
Para que exista una herramienta de rendición de cuentas como tal, lo primero que se necesita es una propuesta programática. Es decir, tal como los candidatos presidenciales proponen una serie de promesas de campaña que están dispuestos a cumplir en el caso de que sean electos, los candidatos a alcaldes debiesen plasmar sus aspiraciones de desarrollo comunal en un mecanismo de fácil acceso y de revisión ciudadana. Pero ojo, que una herramienta como ésta no debe ser vista únicamente como un mecanismo de fiscalización o vigilancia a la labor de los alcaldes, sino también como un medio para informar a la ciudadanía, para hacerlos más partícipes del desarrollo de la comuna, y para nutrir el voto que esté basado en el desempeño de las autoridades.
Naturalmente las realidades municipales son diversas, y las propuestas no siempre pueden ser las mismas. Por lo demás cada alcalde es consciente de cuáles son las principales necesidades de su comunidad y qué se necesita para sacarlas adelante. Un programa municipal no requiere objetivos descomunales, sino concretos; un buen alcalde no es aquél que más cambios promete, sino quien sólo promete aquello que puede cumplir; y un buen ciudadano no es aquél que pone su bandera durante septiembre en su ventana, sino el que se informa, que participa activamente y que vota en beneficio de su comuna.
Las campañas aún no comienzan así que podría decirse que aún hay tiempo. Señor alcalde: no necesita un gran asesor de campaña que le diga cuáles son las mejores estrategias de marketing político para capturar votos, sólo necesita proponer objetivos concretos, plazos y señalar cómo piensa alcanzarlos de manera realista y eficaz, y qué mejor forma que hacerlo a través de métodos participativos que vinculen a los vecinos de su comuna. Estimados ciudadanos: el municipio no está formado por unos cuantos cargos electos capaces de hacer milagros, sino por toda una comunidad que trabajando en conjunto puede lograr las metas que se proponga. Seamos partícipes de la definición de las políticas locales y de la generación de mayor transparencia, porque así nos beneficiamos todos.
Si #ChileCumple entonces por qué no incluir también un #MuniCumple para que en estas #Municipales2012, en las que obviamente #YoVotoVoluntario, exista un #ProgramaComunal y por supuesto un #VotoInformado
Por Daniela Tejada.
El 17 de enero del presente año, fue presentado en el senado un proyecto de ley para limitar la reelección consecutiva de alcaldes y concejales a una única vez en la misma comuna. Dicho proyecto se encuentra actualmente durmiendo en su primer trámite constitucional – etapa de discusión– completando casi 6 meses en los que no ha presentado ningún grado de avance.
Pero ¿Por qué es importante que un proyecto de ley como este se apruebe? Revisando las elecciones históricas municipales desde 1992 (que fue la primera elección de este tipo post régimen militar) hasta la del 2008, descubrimos algunos datos interesantes.
¿Sabía usted que en la actualidad existen 26 alcaldes que fueron electos en 1992 y que hasta ahora han permanecido inamovibles en su cargo? De ellos 15 han permanecido por 20 años, como por ejemplo en Macul, Juan Fernández y Quillota; y 11 de éstos por 18 años, puesto que fueron elegidos en 1992 por 2 años, y no por el período completo. Asimismo, hay 23 alcaldes que fueron electos por primera vez en 1996, completando un total de 16 años al mando de la comuna, entre los que encontramos a Independencia, Ñuñoa, Providencia, Vitacura y Pudahuel. Son 42 las comunas con alcaldes que han permanecido durante 3 períodos consecutivos, es decir 12 años, desde el 2000 hasta la actualidad, entre ellos Las Condes, Puente Alto, Valdivia y Puerto Montt. Y por último son 72 los alcaldes que fueron reelectos una vez, y que ahora completan los 8 años al mando, como Maipú, Peñalolén, Viña del Mar y La Serena.
Y la pregunta es ¿Cuántos de ellos irán por la relección?
El debate en torno a este tema siempre ha estado puesto en el cómo vincular los proyectos de desarrollo en el largo plazo versus la importancia de la alternancia en el poder. Por un lado, la posibilidad de reelección genera incentivos para entablar proyectos que puedan tener continuidad más allá de los 4 años que dura el ejercicio de sus funciones, propendiendo así a una visión de progreso y desarrollo en el mediano y largo plazo. Pero por otro lado, es sabido que el anquilosamiento de determinadas figuras a sus cargos, puede generar deficiencias en el funcionamiento de la municipalidad, problemas de transparencia y falta de innovación, que terminan transformándose en escándalos municipales o en limitantes para el desarrollo comunitario.
Pese a ello, el criterio final está en definitivas en manos de los electores, puesto que éstos son los que tienen la capacidad de legitimar una administración y darles nuevamente el voto, u optar por otra alternativa. Algunas personas no transan respecto al voto ideológico, y por tanto, independiente de las variadas alternativas que tenga en su papeleta, el respaldo a su partido es lo primero. Hay otros, que responden a un voto por rendimientos, y que a pesar de que no comparten la tendencia política del candidato, reconocen lo bien que lo ha hecho, y avalan su administración reeligiéndolo o votando por quien sería su “sucesor político”. Pero también hay un grado importante de voto carismático, cuando el candidato o candidata es simpático(a), cercano(a), atractivo(a), o cuando posee cualidades con las que los votantes se sienten identificados.
¿Qué lleva los votantes de determinadas comunas a reelegir por hasta 20 años a sus alcaldes? Es lógico pensar que el voto preponderante en ese caso es el de rendimientos, y que si están ahí es por lo bien que han manejado la administración comunal. Pero también surge la interrogante respecto a si existe un grado de desconocimiento o incluso de acostumbramiento de los electores a la lógica tradicional, y que en lugar de legitimar a su administración en base al conocimiento de su gestión, lo que predomina en realidad es una falta de cuestionamiento y de impugnación de sus autoridades: inercia.
Hay cosas como la creación de nuevas plazas, la pavimentación de las calles, la instalación de nueva iluminaria pública o la limpieza de la comuna – sin desmerecer obviamente la importancia de éstas – que llevan a pensar que la municipalidad está haciendo bien su trabajo. Pero qué pasa por ejemplo con la educación y la salud municipal, la participación ciudadana o la transparencia. ¿Se castiga con el voto a un alcalde que no mejoró los puntajes SIMCE de su comuna? ¿O a aquellos que no cumplen con lo señalado en la ley de transparencia? ¿Se deja de votar por aquél que tiene mal administrados los consultorios, o por el que no ha desarrollado mecanismos inclusivos de participación para la toma de decisiones? Cada cual verá donde le aprieta el zapato, y qué considera más o menos relevante exigir y validar, lo importante es hacerlo.
He ahí el llamado a participar, a informarse y a votar. Queremos comunas con autoridades idóneas, más comprometidas con el desarrollo integral de sus habitantes, más creativas e innovadoras, más capaces de transformar las debilidades en oportunidades, dispuestas a abrir las puertas de su municipalidad a la transparencia, de integrar a la comunidad a la función de la municipalidad y de definir metas concretas, factibles, pero no por eso menos ambiciosas. Tal vez es el momento para que nuevos aires refresquen los pasillos de nuestras municipalidades, o para que más ciudadanos se involucren y trabajen en conjunto con quienes han tenido un buen desempeño y lo sigan haciendo. Lo importante es que tú decidas.
Mira la planilla con los datos por comuna:
(SI= electo o reelecto)
*La tabla sólo considera a los alcaldes reelectos por períodos consecutivos, y no así a aquellos que puedan haber sido reelectos en períodos intercalados.
Por Daniela Tejada.
Las municipalidades pueden ser vistas como los órganos de la administración del Estado con quienes la ciudadanía puede tener una relación más directa, cercana y efectiva. La tecnología y las comunicaciones han jugado un rol fundamental en esta tarea. Hoy en día es mucho más fácil acceder a la información que consideramos valiosa, plantear nuestras inquietudes y tener un rol más activo al interior de nuestra comunidad, ya no solamente a través de la vía presencial, sino también por medio de internet y de sus miles de herramientas posibles de utilizar desde la comodidad de nuestros hogares.
Para ello contamos con la ley 20.285 sobre Acceso a la Información Pública que promueve la Transparencia y nos entrega información de cómo podemos utilizarla. Pero es importante entender a la Transparencia no sólo como un instrumento de control al que deben someterse los órganos públicos, sino también como una herramienta de gestión que involucra a la ciudadanía en los procesos de toma de decisión, y donde una comunidad más partícipe permite generar un gobierno más responsable y más orientado a las necesidades de sus habitantes. En el ámbito local, aquellos municipios que han captado la importancia de explotar los mecanismos de transparencia van bien encaminados en la construcción de una gestión más participativa y eficiente a diferencia que aquellos que aún poseen diversas barreras de acceso a la información pública.
En este contexto, un estudio llevado a cabo por la Fundación Pro Acceso titulado “Barreras de Acceso a la Información Pública en Municipios”, informó de alguna de las principales falencias que hoy en día presentan los sitios web de las 345 municipalidades que existen actualmente en nuestro país, y que da cuenta por un lado del cumplimiento de lo que respecta a la Ley de Transparencia y que por otro abre la interrogante en torno a lo que los ciudadanos podemos aportar a nuestros gobiernos locales respectivos.
Tan solo para contextualizar, la Ley sobre Acceso a la Información Pública señala en su artículo 10 que toda persona tiene derecho a solicitar y recibir información de cualquier órgano de la Administración del Estado, y agrega posteriormente en el artículo 12 que la solicitud puede ser formulada por escrito o por sitios electrónicos y que deberá contener: a) nombre, apellidos y dirección del solicitante (y de su apoderado cuando corresponda); b) identificación clara de la información que se requiere; c) firma del solicitante estampada por cualquier medio habilitado, y d) órgano administrativo al que se dirige.
Son 108 los municipios que cuentan con un sistema de gestión de solicitudes, sin embargo muchos cuentan con distintas falencias. Por ejemplo, un 96% de éstos no permite adjuntar un archivo, y por tanto no puede enviarse la firma del solicitante como indica la ley; un 94% no permite hacer seguimiento de la solicitud, y por tanto no sabemos si ésta ha sido ingresada y si se encuentra en tramitación; el 87% de los sitios web no publican un tutorial, y por tanto no informan a los ciudadano respecto a cómo y dónde ingresar sus consultas; así como también un 41,1% obliga a ingresar datos personales fuera de los obligatorios, al igual que un 41% no envía un comprobante de recepción de la solicitud, y por lo tanto, si el municipio no cumple y no responde lo solicitado, no tenemos ningún medio de comprobación para poder entablar un reclamo.
A su vez, otros de los problemas encontrados tienen relación con la obligatoriedad de ingresar un RUT (18%), a pesar de que la ley nada señala al respecto; el hecho de que no exista un banner de transparencia visible (6%); que el máximo de caracteres sea muy limitado (2%); o que no funcione el link (1%).
En los casos en los que el municipio no cuenta con un sistema de gestión de solicitudes, aún es posible contar con el envío a través de un correo electrónico destinado a ello. Pero al ser ésta una vía no “oficial”, de hecho no están obligados a dar respuesta a la solicitud – a pesar de que muchos sí lo hacen – y de nuevo surgen problemas tales como que la solicitud sea ingresada días después de que haya llegado el correo, y por tanto demore más de 20 días su tramitación; que el correo se encuentre caduco y que no sea posible enviar la consulta; que no se acuse recibo y no sepamos si la consulta efectivamente llegó; y por último, que no nos respondan, por no estar obligados a hacerlo. Lo mismo ocurre en el caso de que se quiera ingresa una consulta a través de el link “Contáctenos”, porque tampoco es la vía formal de hacer las solicitudes, y no tienen la obligación de responderlas. Nosotros nos topamos con 27 comunas en las que intentamos enviar las solicitudes a través de éste mecanismo, y afortunadamente 22 de éstas nos han respondido.
De lo anterior surge la interrogante respecto a si la calidad de los sistemas de gestión de solicitudes y la existencia de barreras a la información pública se encuentra directamente vinculada a la cantidad de recursos con los que cuenta un determinado municipio, y que un municipio con más recursos contaría con mejores sistemas y menos barreras que aquellos con menos capacidad financiera. La experiencia nos dice que tal relación no es correcta, y que, por ejemplo, en un 56,2% de los municipios urbanos y en el 46, 2% de los municipios rurales se logró hacer la solicitud a través del sitio web, lo cual no muestra la existencia de una gran brecha. Lo mismo ocurre en el caso del envío a través de correo electrónico, lo cual incluyó al 36,8% de los municipios urbanos y al 41,9% de los rurales, sin haber una diferencia tan abismal entre ellos.
Esto último es fundamental para comprender las falencias que persisten en torno a la apertura municipal hacia la entrega de la información. Los recursos sí son necesarios, pero no son un factor de exclusión para que los municipios puedan contar con algún mecanismo acorde a las demanda ciudadana para la entrega de la información. Las posibilidades son variadas pero la importancia de éstas es una sola, y es que al mejorar la comunicación municipio-ciudadano, mejor será esta relación directa, cercana y efectiva señalada en el principio. Pero a su vez, no solamente se necesitan municipios más transparentes y con menos barreras de acceso a la información, sino también ciudadanos más activos y con demandas más claras que logren hacer de nuestros gobiernos locales administraciones más eficientes.
¿Te has metido alguna vez al sitio web de tu municipio a revisar cuáles son las posibilidades que éste te entrega? Hazlo, revisa, consulta, y por sobre todo infórmate, y no te preocupes, porque Ciudadano Inteligente también se está encargando de recolectar algunos datos relevantes de tu comuna que te podrían interesar.